Pero callate, ridícula

24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Es el día en el que se conmemora en la Argentina a las víctimas políticas producidas por el autoproclamado Proceso de Reorganización Nacional. Se conmemora en la fecha en la que se produjo el golpe de Estado de 1976 que depuso al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, dando inicio a la dictadura militar.


Si, la mayoría de los argentinos sabemos que paso aquel 24 de marzo de 1976. Lo sabemos, lo sufrimos, lo lloramos. Algunos conviven con ello día tras día, y probablemente seguirían así por siempre, y otros, como yo, nos sentimos así cuando marchamos hasta Plaza de Mayo, cuando nos muestran una película en la escuela, cuando escuchamos charlas de familiares o amigos de desaparecidos, o hasta cuando sale el tema en alguna cena familiar muy ocasionalmente.
Este 23 de marzo fue a visitarnos a mi colegio Pablo Videla, un señor que estuvo preso durante la dictadura militar y que tiene a su esposa desaparecida. Nos comentó como vivió el golpe de estado, nos contó sobre su esposa (no sin dejar caer lágrimas), sobre su hijo mayor, que conoció cuando este ya tenía 10 años y vivía con sus abuelos, y algunas cosas más... A mi personalmente se me hacía un nudo en el estomago y se me humedecian los ojos cada vez que mencionaba a su mujer y veía su expresión. Se me hace imposible ponerme en su situación, en la situación de miles de personas como él. Supongo que no debo ser lo suficientemente fuerte, no puedo ni imaginar perder de esa forma a algún ser querido, sinceramente no lo aguantaría. Creo yo que los aproximadamente 150 alumnos del turno mañana sentimos en ese momento un gran respeto por alguien a quien acabábamos de conocer.
Al día siguiente era la marcha, o mejor dicho las marchas, ya que por cuestiones políticas hubo 2 (cosa que me parece muy cualquiera... muchachos, no es el día para separarse, es justamente un día para permanecer juntos y apoyarnos mutuamente...pero bueh), y yo decidí ir con mi colegio y otros secundarios de la zona. Nos juntamos en la puerta a la 1:30 y esperamos a que llegaran todos los chicos. Tipo 2:30 ya eramos más o menos 20 del Cortázar, 5 del Urquiza y 10 del Danzas 1. Con bandera en mano nos fuimos a la estación de tren. Colmamos un vagón e hicimos un quilombo terrible. Lo mismo hicimos cuando subimos al subte, solo que para ese entonces eramos más porque en el camino nos habíamos encontrado al Falcone. Una vez que llegamos a la marcha nos sumamos al resto de los estudiantes secundarios y, obviamente, marchamos cantando las ya tan conocidas consignas... y otras que no tanto. Al rededor de las 6:40 llegamos a Plaza de Mayo. Ya estaba oscureciendo, y con mi amiga Mora decidimos volvernos. Nos tomamos el subte juntas y yo me baje en Acoyte y Rivadavia para luego tomarme el 135 hasta casa. Le conté lo que había hecho y escuchado en esos días a mis papás y a mis abuelas y ellos me contaron cosas que no sabía sobre esa época y aprendí algunas cosas nuevas. Así pase yo el Día de la Memoria... aunque me gustaría que el 24 de marzo de 1976 nunca hubiera pasado, que el martes hubiera sido como cualquier otro día y que andaran por las calles, trabajando, tomando mate, comiendo con amigos, sacando a pasear al perro o cualquier cosa, esas 30.000 personas que hoy faltan. Pero bueno, ¿acaso hay alguien que quisiera lo contrario?






No sé escribir. Realmente lo intento. Cuando se me ocurre una idea la veo clara en mi cabeza, las palabras tienen un orden, tienen sentido, reflejan todo lo que pienso... pero cuando quiero escribirlas, puf, parece que les salen patas y se desacomodan sin que pueda entender ni siquiera qué era lo que quería transmitir. Comento esto porque cuando termine de escribir el texto de arriba y lo releí, me volví a dar cuenta de esa obvia verdad: no sé escribir.
Quería contar lo que sentí en estos días y estoy segura que no lo logre. Pero tengo fe que con la práctica se mejora, y voy a seguir escribiendo, asique agradezco a aquellos pocos que de vez en cuando leen y se bancan mis entradas.
Saludos!